El sistema de aislamiento térmico por el exterior (S.A.T.E.), es un sistema utilizado principalmente para viviendas. Tiene su origen en Centroeuropa en torno a 1950, para dotar de aislamiento a edificios que carecían del mismo. Nació como un recurso de rehabilitación de fachadas, aportando a la vez un importante ahorro energético. Actualmente se emplea en todo el mundo, incluso en climas cálidos, es decir, este sistema funciona tanto para protegernos del calor como del frío.
Hoy en día, debido al coste de la mano de obra, en la mayoría de las ocasiones la rehabilitación de una fachada con estos sistemas resulta más económica que el sistema tradicional de picar y volver a rasear antes de pintar la fachada.
Además al colocar aislamiento se consigue un ahorro importante en la climatización y refrigeración de las viviendas, así como una mejora en el confort interior y un clima más sano, una mejor relación calidad-precio, una rápida y limpia instalación, etc.
En el caso del País Vasco, al mejorar el comportamiento térmico del edificio, se pueden solicitar importantes ayudas y subvenciones. Por esto y gracias al ahorro conseguido, hoy en día es la opción mayoritariamente escogida en las rehabilitaciones de fachada.
Ventajas
- Eliminación del puente térmico. Con el sistema SATE se minimizan los puentes térmicos integrados en la fachada
- Eliminación de las oscilaciones térmicas. La continuidad del aislamiento evita las diferencias de temperatura entre los distintos puntos de los elementos constructivos, evitando así mismo los choques térmicos.
- Aprovechamiento de la inercia térmica.
- Proceso constructivo más sencillo y rápido.
- No disminuye la superficie útil interior de las viviendas.
En el caso de Rehabilitación
- No provoca molestias a los habitantes de los edificios al realizarse la intervención por el exterior.
- Al mismo tiempo que aísla, decora y renueva la fachada.
- El sistema revaloriza económicamente el inmueble.
- Rápida amortización
El aislamiento no se ve pero se nota
- Reduce la factura energética (lo nota tu bolsillo)
- Elimina condensaciones, humedades, puentes térmico… (lo nota tu salud)
- Mejora el confort (lo nota tu familia)
- Disminuye las emisiones de CO2 (lo nota el medio ambiente)
- Añade valor al edificio (lo notan todos)
La combinación en obra de los siguientes componentes forma un sistema S.A.T.E:
– Perfil perimetral de arranque en aluminio para una correcta alineación y nivelación del sistema, así como punto de arranque estanco en fachada.
– Aislamiento. Instalación de placas de EPS (poliestireno expandido) o lana mineral en el grosor elegido (mínimo recomendado 6 cm.).
– Las placas se colocan mediante la aplicación de un mortero cola especial o un poliuretano de expansión controlada.
– Anclaje de las placas de aislamiento a la fachada mediante fijaciones mecánicas minimizando el puente térmico.
– Sellado de ventanas y vértices de la fachada, mediante diversos tipos de cantoneras de PVC acompañadas con malla de fibra de vidrio. Se adhieren al soporte con mortero orgánico libre de cemento. Colocación de cinta de sellado especial, en todo el perímetro de las placas, en las zonas de encuentro con los diferentes elementos que componen la fachada.
– Colocación de vierteaguas con roturas de puente térmico en alféizares de ventana.
– Revestido y armado integral. Se revisten las placas de aislamiento con malla de fibra de vidrio embebida en mortero orgánico libre de cemento.
– Acabado mediante revoques estructurados desde 1mm a 6mm en el color elegido. Revoques de silicato, resina sintética, acrílica, de silicona (con nanotecnología), autolimpiables, etc. Consultar otro tipo de acabados (cerámico, klinker, vidrio, etc.).
– Los revoques y pinturas de resina de silicona, gracias al desarrollo nanotecnológico, poseen altísima capacidad de impermeabilización, pero a su vez son muy transpirables. Por este motivo se ensucian muy poco, siendo muy resistentes a las acciones meteorológicas, manteniendo su hidrofobia y su inalterabilidad cromática a lo largo del tiempo. Además al ser unos sistemas libres de cemento, tienen, entre otras propiedades, una resistencia mayor al impacto.
Los sistemas S.A.T.E. deben ser aplicados por empresas especializadas, ya que existen unos procedimientos a seguir, con el fin de garantizar el correcto funcionamiento de dichos sistemas.
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